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10 tips de cómo cuidar el motor de tu auto

La suspensión y sus tipos

Cuando conduces un coche o vas de pasajero deseas comodidad, seguridad y calidad en el recorrido. Nada más agradable que ir tranquilamente sin sobresaltos inesperados por las irregularidades que suelen presentarse en el trayecto, sin dejar de mencionar los daños que pueden ocasionar al vehículo. Por ello, si bien es cierto que cada suspensión componente del sistema es importante, lo relacionado con la suspensión aún más, de allí la importancia de indagar sobre los sistemas de suspensión de tu coche si ya lo tienes, o cuando te dispongas a comprar uno.  

 

¿En qué consiste el mecanismo de suspensión?

 

El mecanismo de suspensión es responsable de que las llantas puedan asimilar apropiadamente las vibraciones o impactos durante el desplazamiento dándole adaptabilidad para adecuarse, y lograr la necesaria estabilidad y control. Y si se hace una especie de analogía con el cuerpo humano, podría decirse que la suspensión son las articulaciones del coche, y requieren de dos componentes básicos: la elasticidad y la amortiguación.

De allí la gran diferencia que existe entre los distintos coches en cuanto a los esquemas de suspensión que utilizan, dependiendo de cada uno de ellos y sus respectivas características el comportamiento sobre el pavimento va a ser diferente, por eso cuando se cae en un bache cada cual lo va a recibir de manera distinta,de igual forma cuando se entra en una curva o vías muy torcidas.

 

Elementos elásticos de la suspensión

 

  1. Ballestas
  2. Muelles helicoidales.
  3. Barras de torsión.
  4. Suspensión hidráulica

Las ballestas tienen una construcción particular, son elaboradas con varias láminas muy resistentes de acero que se van uniendo por abrazaderas, conocidas comúnmente como capuchino; para que puedan desplazarse cuando se vayan deformando debido al peso que deben aguantar, y ese número de láminas dependerá justamente de la magnitud de la carga que tengan que resistir.

Los muelles helicoidales se construyen con varillas de acero que oscilan entre diez y quince milímetros y se enrollan en forma de espiral. Serán más o menos flexibles dependiendo de varios factores, como el ancho de cada varilla utilizada, la cantidad de hélices que tenga y su ángulo de inclinación, sin dejar de lado qué tan resistente o fuerte sea el acero con el cual fue construido.

Las barras de torsión han logrado reemplazar en muchos casos a las ballestas y los muelles helicoidales y pueden colocarse de forma paralela al eje longitudinal del coche o de manera transversal. La mayor ventaja que tiene es que pude adecuar su posición para cambiar la altura de la carrocería, sumamente adecuado en zonas donde es necesario usar coches con carrocerías más altas.

La suspensión hidráulica trabaja con un líquido elaborado a partir de ciertos alcoholes que fluye por todo el sistema, y es muy resistente a temperaturas elevadas. Este elemento de suspensión se caracteriza por la ausencia de muelle, en su caso es sustituido por una esfera contentiva de nitrógeno; cuando el auto entra en funcionamiento, la bomba hace que se incremente la presión dentro del circuito hidráulico hasta que se llena con el líquido a alta presión, pero cuando llega a las esferas no se comprimen debido al nitrógeno, por esa razón el líquido una vez dentro del amortiguador lo estira hasta una medida establecida.

 

Elementos de amortiguación

 

Este tipo de elementos tiene como finalidad tomar los vaivenes y oscilaciones en los muelles para evitar que lleguen a la carrocería, toda la energía que es recogida en ese proceso de bamboleo se transforma en calor. Cuando el coche se encuentra ante un obstáculo o bien cae en algún desnivel o bache las llantas ejercen una acción sobre el muelle, pueden comprimirlo o por el contrario alargarlo. Es decir, el amortiguador debe frenar el indeseado rebote, en ambos casos actúa como una especie de freno.

En cualquiera de los elementos mencionados es imprescindible estar bien atentos para comprobar en qué estado se encuentra la suspensión, y determinar cuándo es necesario realizar el debido mantenimiento. Si prestamos atención a ciertas señales, el mismo coche generalmente da indicios de que algo no anda bien, y probablemente se requería la sustitución a tiempo de algún elemento de la suspensión.

 

¿Cuáles son los principales tipos de suspensiones

 

Sistema de suspensión rígida: En este tipo existe un eje rígido que sirve de unión entre las llantas y el chasis, de tal manera que cuando se producen las oscilaciones el sistema permite que se vayan transfiriendo de una llanta hacia la otra. Por su parte, los amortiguadores están bien sujetos con tornillos a la barra transversal del puente; es considerado el más simple y antiguo, y el menos cómodo para quien va en el vehículo.

Sistema de suspensión semirrígida: Tiene cierta similitud con el anterior con la diferencia de que incluye un brazo que permite disminuir las sacudidas o inclinaciones, acá el diferencial se encuentra unido al bastidor; es decir, se trata de muelles aferrados a soportes bien acoplados. En cualquier caso, aunque la suspensión no es del todo rígida tampoco es absolutamente independiente.

Sistema de suspensión independiente: Este sistema es uno de los que más se usan en los coches nuevos, la gran diferencia con los que lo anteceden es que cada llanta es autónoma de la otra porque tiene un eje independiente, y su estabilidad no depende de las demás. Hay una amplia gama entre esta categoría como: suspensión de eje oscilante, de triángulos superpuestos, de brazos tirados, y multilink o multibrazo.

Sistema de suspensión neumática: También se le conoce con el nombre de suspensión de aire y utiliza un mecanismo de compresión para hacer que el coche logre una adecuada estabilización y pueda alcanzar la altura conveniente. Difiere de los otros, básicamente porque no hace ningún uso de impulso o potencia mecánica, sencillamente la presión del aire es la que consigue mantener en el chasis la elevación adecuada de los ejes.

Sistema de suspensión electrónica: Data desde los años ochenta, y fue muy usado en coches de alta gama, en esta modalidad el mismo conductor podría calibrar o ajustar la amortiguación manualmente mediante el uso de electromotores. Posteriormente fue sustituido este sistema por el electromagnético.

Sistema de suspensión electromagnética: Es la más utilizada en la actualidad, va de la mano con la tecnología y hace uso de las fuentes de energía magnética. A través de este método se coloca en el amortiguador un líquido bastante viscoso que se regula mediante el uso de un electroimán dentro de un campo magnético, así se logra adecuar la amortiguación graduando la fuerza del electroimán.

 

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